Este es el título de un jabón que hice hace unos dias. Una mañana de finales de verano, un bosque húmedo con restos de niebla, un olor a setas y escaramujo que va cambiando a medida que avanza la mañana y el sol lo calienta y se traga la niebla. Un olor que ahora lo llena todo de dulzura de regaliz...
no me sale esto, estoy probando
ResponderEliminarAh, pues si que me sale. Quería decirte que tu post me ha hecho recordar a mis añorados Pirineos y que me encanta el jabón artesanal aunque soy incapaz de hacerlo.
ResponderEliminarIrene, me alegro de que haya recordado lo Pirineos y lo del jabón es ponerte y dejarte llevar... y pesar los ingredientes jajaja. Cuando quieras empezar ya lo sabes aquí estoy.
ResponderEliminarBesitos.
Carmeta
¡Pero que bonitos se ven estos jabones!
ResponderEliminarPodías haber venido al Mercado Medieval con tu puesto de artesana.
Besos
Fantásticos los jabones, huyyyyyyyy no me hables de boletssss!! que esto ya ha empezado y de momento ya me he comido unos cuantossssss! el finde vuelvo a por unos pocos más. Ya me gustaría tener espacio para hacer jabones y más cosas pero mi piso no es que sea muy grande, aún gracias que tiene 3 habitaciones, jejejeje, pero sueño con tener una casa bajita con muuuucho espacio para poder hacer experimentos y crear cosas. Besotes y abrazos de Oso
ResponderEliminarke xulo
ResponderEliminar